viernes, 20 de mayo de 2011

Bienvenido

Si vas a entrar, hazlo despacio, de puntillas, sin que me entere… Cualquier movimiento brusco puede hacer saltar las alarmas, cerrando todas las puertas y tendrás que salir para siempre. No quiero ponerme trágica, tampoco es tan complicado, ven poco a poco, verás como las puertas se van abriendo… Sí, es cierto, unas lo harán antes, otras mucho después y ni lo intentes con las que están muy cerradas, es posible que no se abran nunca…

Cuidado, cualquier cosa puede romperse, verás como muchas están a punto de hacerlo ya. Ah, ¿quieres repararlas? Adelante, inténtalo, pero por favor, no las dejes peor que estaban… Está todo muy desordenado, sobre todo por donde quieres entrar, perdona, es que otros han entrado corriendo, sin avisar y al final, se fueron tal y como vinieron y mira como lo dejaron. Y ya, tras ordenar y ordenar, me he cansado.

Cuando veas que estás dentro, que empiezas a sentirte cómodo, limpia, arregla, ordena, recoge. Pero, promete que no tirarás nada, todo lo que hay es importante.

Quizás sean muchas leyes, pero te prometo, que pronto, te sentirás como en casa. Bienvenido