lunes, 13 de febrero de 2012

Políticamente correcto


Una persona promedio dice 4 mentiras al día (88.000 a la edad de 60). La mentira más común es ‘estoy bien’.  Qué curioso… y yo que me consideraba una persona sincera, fiel a mis  principios y a mis convicciones. Dispuesta a ponerlas en duda siempre y cuando el argumento contrario lo mereciera y resulta… que soy una mentirosa en potencia… Tiene que venir Pepito Grillo en forma de tweet para decirme ‘parece que la madera no da más de sí, aprendiz de Pinocho’.
Es que…queda tan bien…es casi irresistible responder otra cosa. ‘¿Qué tal?’ ‘¿Cómo estás?’… ¿Yo? (vaya pregunta,  pienso) ¿Cómo voy a estar? Pues bien…  Es como cuando alguien estornuda…qué difícil es frenar las ganas de decirle: ¡Jesús!  Es que, queda tan bien…es todo tan políticamente correcto…
Preguntan y no solo respondes lo que se espera que haga, sino que sonríes para agradecer la preocupación que parece que  muestran por ti. Cuántas connotaciones diferentes pueden tener sólo dos palabras, pues hay quién busca la manera, a través de ella, de ahondar en lo más profundo de tus secretos, haciéndote sentir en un momento igual que un personaje del corazón. Pues no creía yo que la frase qué personaje eres significaba otra cosa… Que honor, que privilegio, pues por un momento no soy una estudiante cualquiera y me coloco en el punto de mira de quienes tienen como afición el mundo del corazón,  convirtiéndome en famosa por unos instantes, sólo se echa de menos las cámaras y el plató.  
Cuántas connotaciones en dos palabras, pues es fórmula magistral para todos aquellos que, de repente, ven en ti el camino para llegar a conseguir su objetivo, que puede venir en forma de información o de algún que otro favorcillo. Claro está, es políticamente correcto contestarles educadamente, con una sonrisa, que tú estás bien y si no te cuesta mucho, le ayudas a lo que necesitan.
Quizás aquellos que buscan saber realmente cómo están busquen otras palabras diferentes; quizás tengan otras tácticas más raras, innovadoras, complejas o eficaces; quizás y esto es lo más insólito, algunos no necesitan más que 5 minutos a tu lado, sólo un par de miradas para saber realmente cómo estás y qué te puede preocupar.
Lo más importante en todo esto es no olvidar siempre ser políticamente correcto. ¿Por qué es tan importante? Porque al ser políticamente correcto, eres buena persona, eres simpático, serás popular, todos querrán hablar contigo. Si además de todo, sonríes… ¡serás el rey de la fiesta! Bien recibido en cualquier parte, pues es un gustazo poder hablar contigo de cualquier cosa, de compartir bromas, de comentar las últimas noticias, los últimos hastag, TT, o videos de youtube... Todos querrán hacer botellonas contigo y te llamarán para cientos de planes todas las semanas…
Lo siento, pero cada día que pasa odio más todo lo políticamente correcto. Que nadie se equivoque, no pienso perderme nada. Pues hablaré con todo aquel que se ofrezca a tener una buena conversación. Discutiré y argumentaré a quién quiera mi opinión y por favor, que sean diferentes y variadas, siempre hay que dudar de todo. Sonreiré y lloraré de risa con cualquiera que sea capaz de contarme un buen chiste, tener un buen golpe o un día inspirado. Hablaré con quien quiera sin pelos en la lengua, sin prejuicios ni fórmulas establecidas, siguiendo solo el camino que la propia conversación marque. Saldré y me divertiré cómo me apetezca en cada momento, a veces un café, un paseo con o sin chuches puede aportarnos mucho más que un botellón.
No, no tendré cientos de planes, es más, con una mano me bastará como mucho para contarlos. Pero aquellos con quienes elija compartir mi tiempo sabrán qué se esconde detrás de un bien. Lo mismo sí, sigo mintiendo de vez en cuando, es más fácil para mí y… para ellos.