sábado, 8 de octubre de 2011

no más centrifugados

Llevo mucho tiempo pensándolo, dándole vueltas…pero no encuentro nunca ni el momento, ni las palabras para expresarme… A veces, no, muchas veces, no, la inmesa mayoría de las veces es justamente ahí donde está el problema… En darle vueltas…tenemos una idea, una decisión, varias opciones y cuando terminamos de discernir, sale todo más arrugado que la ropa de la lavadora después de centrifugar…  La cuestión es, el centrifugado no ayuda a limpiar la ropa… solo ayuda a que se seque... también puede cargarse algún estampado, hacer que se pierdan botones…que se estropee…o que no te la puedas poner en su momento porque tienes que esperar a que termine el programa y aunque, tarde menos en secarse…luego hay que plancharla…
Estoy cansada de tanto centrifugar, de tanto esperar para planchar la ropa… quiero dejar atrás el miedo. Quiero equivocarme, asumir el riesgo… Sí, seguro que no será un camino de rosas, seguro que sufriré en algún momento…Pero sufrir no es más que otra señal de que estamos vivos…si sufrimos fue porque en algún momento nos importó y disfrutamos de lo que vivíamos.
Lava la ropa, pero póntela sin más.