sábado, 4 de mayo de 2013

Reencuentros

Ayer tuve un 'flashback'. Por un momento me vi de nuevo en los escalones de los Pitufos, buscando los primeros rayos de sol de esa primavera tímida que, en la Sierra se hace un poco de rogar. '¿Pues no parece que las escaleras estas sean ya hasta cómodas?'. Aunque no escapáramos (muchas) horas, pasamos el suficiente tiempo allí como para hacerlas cómodas, como para hacerlas nuestras.
Pero claro, las etapas cambian y sin saber muy bien por qué, te ves lejos de aquellos que considerabas imprescindibles resolviendo ejercicios de matemáticas en llamadas a tres, con el miedo de que la compañía telefónica de turno nos pillara el truco y nos cobrara de más en la factura del mes siguiente. 
Es extraño como hay gente a la que llevas años sin ver y, sólo 10 minutos te hacen ver que nada ha cambiado, lo que echabas de menos un rato así y la falta que te hace contarle todo lo que tenéis atrasado. Porque no es que los que tengas en ese momento cerca no te sirvan, es que amigos de los de verdad hay pocos y no conviene dejarlos marchar por descuidos. Si es que ya lo dije...lo peor que hay para mantener una relación es un 'a ver cuándo nos vemos'...
Pero no me lamento, al contrario, me siento muy afortunada de saber que puedo contar con quiénes, aunque no se dejaran ver, siempre estuvieron ahí. De saber que, no es que tus amigos sean perfectos, sino que conoces lo suficientemente bien sus defectos como para entenderlos y no tenerlos en cuenta.
Al final, es curioso como, las cuatro hemos terminado haciendo lo que de verdad queremos. Como hemos vuelto a pasar un rato juntas y ver que, aunque hayamos cambiado más o menos el pelo (dato, al parecer, importante para algunas ;) ), la ropa, los gramos, etc. Seguimos siendo las mismas, con nuestros sueños, nuestras aspiraciones. Sólo con unas pocas más de historias detrás y las mismas ganas de seguir adelante.

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